Siempre se ha asociado la juventud al futuro. Cada generación, los jóvenes escuchamos el repetitivo mantra de que el futuro es nuestro, pero los jóvenes sabemos que realmente el verdadero sinónimo de la juventud es el presente. Tiene que ser obligatorio y fundamental que los jóvenes seamos partícipes activamente, y no como meros sujetos de consulta, en el diseño y toma de decisiones de las políticas que se desarrollen en la actualidad, porque estas serán la base de nuestro futuro.
Por mucha concienciación, empatía y visión de futuro que tengan, los adultos tienen una percepción diferente del mundo que los jóvenes. Esto se acentúa en algunos sectores políticos, ya que en la mayoría de ocasiones, abordan los problemas con un interés presentista, siendo estas acciones meros parches que no hacen más que retrasar lo inevitable en la mayoría de ocasiones. A los jóvenes no nos sirven de nada estas políticas a modo de parches. Lo que necesitamos los jóvenes son reformas estructurales que nos involucren, ya que nuestro objetivo es hacer un país, una región o una localidad mejor y acorde con nuestras preferencias para poder disfrutarlas en el futuro.
Los jóvenes abanderamos temas tan importantes como el cambio climático, la igualdad, la inclusión, el desarrollo sostenible, la educación o la vivienda. No hay nadie más interesado en estos temas que nosotros, los jóvenes. En algunos temas, como el cambio climático, llegamos tarde debido en gran medida a la desidia de los mayores. Como jóvenes nos urge que se implanten medidas que no palien, sino que frenen o pongan retroceso a las consecuencias que el calentamiento global está generando.
Esa valentía, ilusión y ganas de cambiar el presente es lo que tenemos que representar los jóvenes, con el fin de que el presente sea nuestro para diseñar el futuro que nosotros realmente queremos. Encaremos el presente con compromiso y no tendremos que afrontar el futuro con resignación.
“Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.” Miguel Hernández
Juan José Benítez